Al ritmo de la cumbia y con la carpa del escenario alternativo totalmente abarrotada, Miss Bolivia arrancó su participación en el Cosquin Rock 2019. Cagón puso a todos a corear y bailar. Las letras de la artista argentina son muy modernas, con lenguaje urbano y juvenil. Eso garantiza la identificación del público más joven, que encuentran en su música el reflejo de su jovial energía. “Esta es la historia de como la música me salvo la vida” dijo Miss, antes de El paso. En el escenario hay músicos, bailarines, performancers. Es sorprendente como en un escenario tan chico entra tanto talento.
“Esta canción se la voy a dedicar a toda la fucking policía” dijo, y despertó muchísimos vitoreos. La dedicatoria fue para introducir Bien warrior. En el público hay muchas mujeres, y en casi todas las canciones se siente un fortísimo mensaje feminista: resulta que las mujeres también son artistas, son políticas, contestatarias. Los ritmos tropicales acentúan este mensaje emancipador, porque dotan del calor latinoamericano al grito de libertad tan ansiado por ellas. El público canta en favor del aborto legal, movimiento al que Miss Bolivia adhiere de forma más que explícita. Los pañuelos verdes son incontables, como son incontables los gritos de protesta tácita (y a veces expresa) en las líricas de toda su música.
Toda la presentación podría haberse analizado como un discurso político: ya no se tolerarán más las desigualdades de género. Las mujeres son músicas, son científicas, son políticas, deportistas. La voz que Miss Bolivia presta para este mensaje es potentísima, y se aúna a muchas otras artistas que no les tiembla el pulso a la hora de dejar las cosas claras. Bajo el ala del patriarcado nada crece, nada florece, nada existe. Desde la música es posible el cambio.
Crónica realizada por Remigio Gonzalez, fotografía Martín Cornejo para www.delaviejaescuela.com
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